Una idea para aprovechar el pasillo

Vale. Eso es demasiado ambicioso. Con el poco espacio del que dispongo no es razonable pensar que mi pasillo pueda convertirse en un zaguán, pero la necesidad obliga.

Lo cierto es que en casa necesitamos un espacio donde dejar los trastos del cole, y sobre todo, un punto en el que nos quitamos los zapatos para no pisar con ellos el resto de la casa. Y para mí ese espacio es el pasillo.

Hasta ahora me apañaba con la pizarra y los dos ganchos para colgar, pero las mochilas cada vez son más grandes, los abrigos cada vez ocupan más, y mi objetivo siempre es que las niñas lo puedan dejar ellas solas sin que yo me tenga que encargar de todo. Así que me urgía crear una zona de colgador más amplia y con más ganchos.

Así que con un listón de madera, unos ganchos y cola de montaje hemos ampliado la zona de colgador. No he utilizado ningún anclaje a la pared, porque hubiera necesitado unos tornillos larguísimos para poder atravesar la tabla y sujetarla a la pared. Los ganchos sí que van atornillados; siendo madera de pino, no hay nada más fácil. Y con respecto a la cola, es alucinante; en casa me decían que no aguantaría, pero os aseguro que aguanta muchísimo. Las mochilas más pesadas no las colgamos aquí, pero sí las de piscina y los abrigos, y el listón ni se mueve.

Ya sé que la casa está llena de cosas, ya sé que necesitamos un espacio más grande, ya sé que debería tener todo más ordenado, ya sé que debería tirar algunas cosas cuyo valor decorativo es dudoso, pero ¿y el valor sentimental? ¿ y el valor de quien nos lo dio? ¿y el valor del recuerdo que nos trae?

En fin, que ya conseguiremos ampliar nuestro espacio vital, y tener más zonas de almacenaje, y buscar mejores soluciones para el día a día. Pero por ahora, los apaños nos ayudan y nos resuelven algunos problemas. Y para mis hijas, tener esta zona donde dejan los abrigos y las mochilas es muy práctico, os lo aseguro.